domingo, 20 de junio de 2010

infinito punto rojo

Me siento y miro. A traves de aquella vasta ventana, esa pared no tan transparente - mi percepción-, observo el inmenso y profundo río. Parece infinito. No se le ve la costura, no tiene cierre ni etiqueta de comienzo. Tal como estas manos, que tienen 5 manos cada dedo, y 2 lunares cada pulgar, que tocan, que despiertan, que te toman de la cara, y te besan los ojos. Sin embargo tu cuerpo se me escapa, por más manos que tengan los dedos de mis manos. Claro, vos también sos infinito. Pero me doy cuenta que ser infinito no me hace grande, solo profuso. Que hoy, plena de incertidumbres, de eternos caminos subterráneos, y en un sinfín de probabilidades soy esta, pero bien podría ser otra, y soy otra todos los días.
Me vuelvo a sentar y ya no miro más por esa ventana. Cierro los ojos, abro las manos...