sábado, 9 de agosto de 2008

placeres cotidianos.

El rayo de sol se filtra por la ventana, y entonces me pregunto - Ya es mediodía?
La luz penetrante me responde que sí.
No quiero apresurarme, pues nadie me espera. Mi estómago esta confundido, sin embargo.
Tengo hambre o es que la hora me lo dice? Necesito comer o es una sensacion de necesidad impuesta por el deseo?
No sé, demasiada perorata y el plato ya está en la mesa.
-MELISAAAAAAAAA!


.... ya voy mamá, estoy escribiendo.

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