
3 DIAS
UPDATEADO :p
domingo soleado prebariloche
Un vaso de ron.
Un disco de ayer que toca melodías de amor. Un libro que leí tantas veces pero que olvidé sus letras en un cajón. Recuerdos latentes.
La ironía de decir que no soy yo. De que no quiero ser yo en realidad. Me escondo detrás del sarcasmo, simulando ser alguien más.
El ron se acabo pero las penas no sanan. Aunque por este momento olvide lo que me hiciste cuando vuelva a la sobriedad recordaré hasta el más mínimo detalle. Por ahora me dispongo a fotografiar velas, espejos, reflejos de tu adiós. Si me retrato a mi misma es solo por partes. Porque en verdad eso soy yo, un rompecabezas. Pero tengo unas cuantas piezas perdidas.
Te llamo y no contestas. Santa suerte, porque en estos momentos no se lo que te diría, y seguramente me voy a arrepentir de cualquier palabra que salga de mi boca. Mientras, Aretha Franklin me reconforta con su plegaria. Querido créeme para mí no hay nadie más que tu, responde a mi rezo. Respóndeme el teléfono... necesito escuchar tu voz. Mis cartas no las respondes tampoco, me he resignado a seguir enviándotelas. Es que siempre y para siempre estarás en mi corazón, cantaba ella y yo asentía tristemente.
El efecto del alcohol comienza a evaporarse en mi cuerpo, lo puedo sentir. Mi cabeza estalla, y sigo pensando que hice mal. Vos aparentemente no estas en ningún lado y me cansé de llamarte. Mi único consuelo es que te tuve alguna vez. Pájaro que no tiene dueño, fuiste mío por un tiempo. Sólo me quedo tu olor en la piel, y se que no volverás al nido.
Me desperté toda enroscada en la cama. Las sábanas estaban en el piso. El reloj marcaba las cinco y media. Busqué el celular, y no había ningún mensaje tuyo. Como siempre... como nunca.
La botella vacía de ron yace en el suelo tan parecida a mí. Vacía de vos, arrastrada a tus pies, humillada. Me canse de esperarte. En ese momento me pregunto "¿qué hago con mi vida?"
Sinceramente nada, solo pensar en lo que podría hacer pero sin tener el coraje para hacerlo. Pensando una y otra vez que fue lo que salió mal.
Pasaron las horas, los días, los meses, años quizás. Yo seguía dormitando en el medio de ese desastre. Hasta que en un sueño me desperté, algún son llegaba a mis sentidos. Me levanté entre ese mar de botellas vacías y el ritmo llevó solo a mis pies. Aquel lugar. Ese jardín, de matices extraños, pero asombrosamente llamativo. Después de un verano sofocante, lleno de desidia me desperté empapada en vos. Ahí estabas, tocando el piano en mi edén. Las hojas caían coloradas y purpuras a tu costado, y vos seguías tocando. Nada podía afectarte. Los frutales se meceaban con tu sonido, pero no tocabas para ellos… tampoco tocabas para mí. Ni siquiera tocabas para vos mismo. Tocabas para ella. Tu pequeño tributo, que pude solo vislumbrar.
El invierno fue duro. No había lugar para los tres.
La primavera nos dejó solos.